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viernes, 25 de enero de 2019

El Neutrino es inocente

     Para empezar, diré que el sistema público de salud de Cuba está utilizando pirámides en sus terapias, y que la Unión Soviética, allá por los años 50 realizó estudios sobre los efectos logrados con pirámides (y sobre muchas otras cosas. Su sección de Parapsicología era notable), así que insultar a quienes se interesan por ese tema llamándolos 'piramidiotas', como he leído en alguna web es, cuanto menos, pecar de imprudente y soberbio.
     E ignorar esos estudios de años.

"Un grupo de investigación internacional, liderado por la Universidad ITMO de San Petersburgo, ha aplicado métodos de física teórica para investigar la respuesta electromagnética de la Gran Pirámide a las ondas de radio. Los científicos predijeron que, bajo condiciones de resonancia, La Gran Pirámide de Giza puede concentrar energía electromagnética" ( https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2018/07/31/5b605873e5fdea4b728b458b.html )

      Ahora bien, dicho eso, culpar de todo al neutrino es igualmente ignorante y mistificador.



     El neutrino es inocente de tales efectos, sean los que fueren.

     Pueden informarse sobre las cualidades de tal partícula subatómica en Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Neutrino) o en otra web científica. Y un minuto después se habrán convencido de la imposibilidad física de que el neutrino tenga nada que ver con los manejos de las pirámides.

     Ya se lo dije: el neutrino tiene una coartada: al no verse afectado por campo electromagnético ni (apenas) gravitacional, no interactúa (casi) con la materia, excepto que uno entre varios trillones de neutrinos chocará de vez en cuando con otra partícula, provocando un leve destello.
     Por eso, parece un tanto aventurado dibujar la forma y disposición del hipotético campo de neutrinos, y señalar sus teóricos focos, y añadir una lista de sus efectos moleculares, atómicos, etc. Y pretender que una pequeña pirámide de cartón o aluminio es capaz de retener neutrinos y crear un 'campo de neutrinos', del cual se ofrecen diagramas e ilustraciones, dándolo por confirmado y seguro. Lo cual es falso.

     Los neutrinos parten de su fuente y recorren el Universo, y nuestra pequeña pirámide se las trae al pairo. Atraviesan las estrellas y las galaxias con total naturalidad, y los pocos gramos de aluminio, o, incluso, moles de piedra, de nuestras pirámides son incapaces de detenerlos. Y mucho menos apresarlos en hipotéticos campos de neutrinos, cuyos diseños pueblan Internet.
      Una pared de un año-luz de espesor de puro plomo no sería capaz de detenerles.

     Eso significa que no hay 'laboratorio cuántico' ninguno en el que se haya 'comprobado' un hipotético 'campo de neutrinos' en torno o dentro de una pirámide, y que, por supuesto, una pequeña pirámide de cartón o aluminio es incapaz de detener ni formar campo alguno con partículas capaces de atravesar limpiamente el Sol, la Tierra y la pirámide y seguir impertérrita hasta los confines del Universo sin verse afectada ni retenida por campo ni masa ningunos.
      

     Dicho lo cual, añado que los 'escépticos', falsamente científicos, están dejando a un lado una serie de evidencias conseguidas por dos regímenes poco sospechosos de New Age ni misticismo, como la extinta Unión Soviética y el sistema sanitario de Cuba.

     En este artículo de Año Cero se presenta un experimento práctico: http://www.revistaañocero.com/secciones/salud-vida-alternativa/probamos-poder-piramides-funcionan

     Los adeptos de la intitulada piramidología (sic, pues no se estudia disciplina llamada así en ninguna Universidad) han elaborado un catecismo que se repite incansablemente en todas las webs dedicadas al asunto, sin ningún rigor científico.

     Sin ninguna base, afirman que los campos de neutrinos son los responsables de los efectos piramidales. Ante tamaño despropósito, no es extraño que algunas personas descarten todo el asunto, con parecido poco rigor, pues los efectos, al parecer, existen.

     Un estudio serio y empírico del asunto, sin caer en el dogmatismo de la teoría de los neutrinos piramidales, sería una aportación inestimable a la Cultura y a la Civilización.

Algo hay. Algo hay en las pirámides, algo actúa en las orgonitas. Algo sucede en los puntos Aleph, en la Ermita de San Baudelio, en la arquitectura sagrada de la Historia de la Humanidad.
(Ermita de San Baudelio, Casillas de Berlanga, Soria)

(Giza)

     No, no son los neutrinos, aunque esa explicación pueda despertar la ilusión de quienes no se han informado sobre estas huidizas partículas.
     No creo que una sola partícula explique la complejidad de efectos atribuidos a estas proporciones llamadas sagradas.
    
   La sola superstición humana tampoco puede explicar unas Tradiciones milenarias referidas a procesos de curación en lugares determinados, en fechas determinadas.

     No, no es el neutrino. El neutrino es inocente.
     Es algo que viaja con los fotones, que acompaña a las partículas que la Ciencia conoce, pero que no es una partícula como las que la Ciencia conoce.

     Claro que la Ciencia todavía no conoce muchas cosas. Y una persona realmente objetiva lo reconocerá. Ni el Tiempo, ni la Gravitación, ni la naturaleza misma del Espacio-tiempo, ni la naturaleza de la energía ni la materia...

¿Un solo Universo, o muchos? ¿Partículas o cuerdas, o hipercuerdas? ¿Dimensiones?

     Luz.
Eso es lo que significa Pirámide. Luz, fuego. ¿Energía?
Y, ¿de qué tipo?
o, ¿en qué nivel de existencia?

          Dice la Tabla Esmeralda que este Mundo Material es reflejo de otro que es perfecto, y que existe en un nivel superior de existencia.
        Lo mismo decía Platón, y lo mismo afirman todas las Tradiciones Iniciáticas de la Historia Humana.

     Es la nuestra la primera Civilización que ha conseguido aplastar y olvidar todo conocimiento de esta realidad superior. Ni siquiera las religiones dan ya conocimientos sobre ella.

     Ese Fuego Invisible del que habla Javier Sierra en su libro homónimo, no es una simple partícula física. No es un neutrino.

     Es una matriz sutil que organiza y conforma este Mundo Físico visible. Esa es la razón por la cual reúne efectos muy diversos, que tienden a la rehabilitación de estructuras complejas, como el metal de las maquinillas de afeitar (la Unión Soviética se ahorró muchos rublos dotando a sus tropas de pirámides donde los soldados introducían las hojas de afeitar, aumentando considerablemente su duración), pero también la recuperación de las estructuras orgánicas, favoreciendo la salud, de lo cual circulan en Internet fotos de certificados médicos de instituciones cubanas privadas y públicas, dando fe de la efectividad del llamado 'efecto piramidal'.

Digámoslo claramente: la Arquitectura Sagrada, ya sea el Templo de Salomón, las Pirámides o las ermitas, como la de San Baudelio, responden a una realidad Iniciática, y no meramente religiosa o supersticiosa.

     Responden a un conocimiento milenario sobre una energía de la cual sólo conocemos sus efectos, y los mitos y leyendas que la acompañan.

     Una energía susceptible de ser investigada, que no escapa a la mente científica, pero tampoco al corazón.  




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