La luz y otras partículas que llegan hasta nosotros desde determinados sucesos cósmicos tienen sus entrelazamientos en origen, y a eso no le afecta la distancia ni la velocidad de la luz. Entre ellas la información cuántica se transmite INSTANTÁNEAMENTE sin importar la distancia.
Esas partículas tienen sus propias dimensiones extra.
Contando con partículas con un origen determinado, que alcanzan la Tierra con variadas modalidades, eso nos permitiría trabajar desde los dos lados de un túnel que uniese nuestra posición con un destino determinado sin necesidad de contar allí con una base, cosa de momento imposible (hasta que construyamos el túnel dimensional).
Desde ese punto de partida se podría construir un túnel entrelazado en quinta y sexta dimensión entre su origen y nuestra posición, de forma que, dentro del túnel se anule la distancia y, posiblemente, el tiempo, utilizando las partículas cósmicas que alcanzan la Tierra.
La Física para ello todavía no existe, pues consiste en manipular las dimensiones de las partículas cuánticamente entrelazadas entre ambos puntos (la Tierra y nuestro destino de viaje) para crear un túnel estable entre dos puntos astronómicamente lejanos por cuyo interior se pudiera viajar en forma segura.
Pero es un ejemplo de cómo se podría trabajar en ello cuando la Física involucrada esté disponible.
