Vistas de página en total

Buscar cualquier palabra o dirección

sábado, 28 de septiembre de 2019

¡Salvemos el Planeta! (Salvemos a la Humanidad)

Si existe hoy en día una causa inequívocamente justa, es la de SALVAR EL PLANETA.

O, mejor diríamos, salvar a la Humanidad.
Porque el Planeta proseguirá su andadura. Con o sin nosotros. La cuestión es si la Humanidad tendrá en el futuro unas condiciones en él medianamente cómodas.
Las cataratas... ejem, del Lago Victoria. Sí, las fuentes del Nilo...
El Mar Menor, anticipo del futuro.
Por suerte, las voces jóvenes se están alzando:


 Como no, he de referirme a Greta Thunberg.

En las últimas semanas ha sufrido una campaña de desprestigio que pretende mostrarla como una falsaria, con padres codiciosos y manipuladores.

Al parecer, si te dedicas a los medios, publicidad o cine, no puedes usar tus conocimientos para colaborar en ninguna causa justa.

Si tienes éxito al decir las verdades, seguro que eres una persona manipuladora y falsa.

Claro. «Este mundo odia la luz, porque revela sus defectos» (el Maestro Jesús dijo lo mismo con otras palabras). El mundo de los intereses políticos y económicos odia la verdad.

Pero esta adolescente, Greta Thunberg, ha sido el catalizador de un movimiento juvenil mundial. Y eso era necesario.

Cualquier ayuda es de agradecer.

Si esperamos a alguien impoluto para que nos salve, pereceremos.


«Una vez un maestro de escuela repartió unos manuales de gramática a sus alumnos. Al cabo de unos meses pidió que los enseñasen.

Unos los entregaron un poco usados. Otros, casi nuevos, en perfectas condiciones.


Uno de ellos lo devolvió arrugado y con manchas de grasa. 
El maestro le felicitó: Lo has leído y estudiado cientos de veces. Hasta has comido encima mientras estudiabas. Para eso os lo entregué, no para que lo guardaseis como nuevo.» Fue el Maestro Peter Deunov, de Bulgaria.

Como dicen: "No se fríe un huevo sin romper la cáscara", y no hay nadie químicamente puro. 
El alma avanzada está acostumbrada a las contradicciones, y nadie pretenciosamente perfecto hace nada de provecho.
El alma es para usarla.

Para salvar a este Mundo (o a nosotros), hay que contender (y eso significa relacionarse) con intereses económicos, sociales, políticos...

«La verdad es la verdad, la diga Agamenon o su porquero».

Las personas que defienden causas justas no son perfectas. No existe nadie sin defectos, pequeños o grandes.

Pero la causa es justa. Y muy necesaria, urgente, CRÍTICA.
Aunque no lo crean, se trata de que esos jóvenes, y sus descendientes, puedan vivir en un mundo habitable Y AGRADABLE.

Que el Sol siga calentando mañanas hermosas de primavera, despertando los sentidos y los sentimientos.

Que los ríos sigan siendo --o vuelvan a ser-- cristalinos y limpios, y se pueda corretear por verdes prados.

Eso vale cualquier esfuerzo, de cualquiera, perfecto o imperfecto, codiciosa o generosa, rico o pobre.

¿Usted, que la critica a ella y a su familia, qué hace por SALVAR EL PLANETA?





Me gustaría extenderme un poco.

¿Quién, mediante maniobras publicitarias, conseguiría lo que esta adolescente?

Ahí radica una causa de las críticas: les fastidia que una niña de trece años (cuando empezó con su Huelga Escolar por el Clima) diga la verdad, pura y dura, sin atenerse a los intereses creados, sin miedo, con más valor que todos ellos. Y consiga mucho más que ellos.

Y les provoca desconcierto percibir el nivel de fuerza y decisión que es capaz de desarrollar Greta Thunberg.
Este desconcierto les lleva a inventar cosas imaginarias que explicarían el efecto que causa en las personas: que si hay una campaña de publicidad detrás, que si un millonario no sé qué ha hecho en connivencia, etc.

Lo cierto es que la explicación a lo que logra es quién es ella. Y cómo es.

Hace tiempo que nuestra sociedad materialista olvidó que la grandeza de un Alma puede habitar en el cuerpo de una niña.
Se dice que Carlomagno podía montar su caballo, un ejemplar reacio a dejarse domar, porque el animal sintió QUIÉN era él en cuanto se subió a su lomo.

 "La Tierra da testimonio de mí", dijo Gauthama Budha.
"Por sus frutos los reconoceréis" dijo el Maestro Jesús (no da peras un olmo, ni manzanas un peral).

No hace grandes cosas un Alma pequeña.