¿Qué aspecto pensáis que tendría el Maestro Jesús de Nazareth cuarenta días después de ayunar en el desierto, sin cortarse la melena ni la barba y sin lavarse?
Lo esencial es invisible a los ojos.
Hace miles de años, los llamados 'nazaritas' hebreos se dedicaban a la Divinidad y vivían de limosnas, hacían voto de no cortarse el pelo. Se lo sujetaban en largos mechones, muy parecidos a las actuales rastas. Oraban y vivían sin trabajar.
Hace miles de años, los yoguis dedicados a Shiva hacían (y hacen) algo casi idéntico: practicaban la meditación y la oración, hacían voto de no cortarse el pelo y se lo sujetaban en largos mechones. Vivían sin trabajar, sólo concentrados en la realidad espiritual.
Y hace muchos cientos, un par de miles de años, los ascetas Derviches y Sufíes vivían y viven de la realidad espiritual, cantando y recitando el Nombre.
Las culturas en que sucedían estos fenómenos eran aquellas en las cuales existían unas normas muy estrictas y rígidas. mandamientos, tabúes, deberes... Sin embargo, quien buscara la Verdad debía saber que estaba más allá de los convencionalismos.
Y esas culturas sólo sobrevivían gracias a esas válvulas de escape de las tensiones sociales.
El Maestro Jesús estuvo con los 'nazaritas' hebreos. Luego volvió entre l@s suy@s a explicar lo que había descubierto en sus 'experimentos con la Verdad' (por usar la frase de Mahatma Gandhiji.
Naturalmente, ahora somos muy modernos. Nos gustan l@s Maestr@s limpitos, de palabras políticamente correctas.
Pero hemos de ser conscientes de que en el Camino hacia el descubrimiento de la verdad espiritual, lo Invisible, lo Esencial, hay fases en que el o la buscadora se sitúa al margen de lo establecido.
No debemos olvidar este hecho al juzgar a nuestr@s jóvenes, y no tan jóvenes. En el sistema actual no caben los yoguis ni las yoguinas, ni los pelos extralargos, ni l@s que parecen improductiv@s. Claro que este sistema actual condena al hambre y a la muerte al ochenta por ciento de su población, con lo cuál no es un gran referente de lo que está bien, ¿verdad?.
Esa gente bienpensante a la que desagradan las plazas llenas de personas 'al margen del sistema' deberían pensar que si alguna vez el Maestro Jesús se cruzase con ell@s, quizá no iría todo lo limpio que desearía, ni todo lo bien alimentado.
No estoy insinuando que el Maestro sea un okupa. Pero lo esencial es invisible a los ojos, y es aconsejable no dejarse llevar por las apariencias. Casi siempre engañan.
No son idealistas de pelos largos quienes están llevando el Mundo a su autodestrucción.
Personalmente me gusta la gente bien lavada y arreglada, pero ello no siempre es posible. Las circunstancias a veces nos pueden.
Además, la juventud necesita desafiar al entorno para crecer en salud. Las antiguas 'ceremonias de paso' consistían en superar pruebas y ser reconocid@ como adult@ por la Comunidad. Y esas verdades están escritas en nosotr@s por millones de años de evolución. La civilización debe asumir este hecho. Y debe conceder a sus jóvenes la oportunidad de madurar san@s.
Nuestra Sociedad hace creer a sus jóvenes que no importan, que les da igual. Que no tienen opciones. Y eso destruye la esencia de lo que nos hace seres humanos.
Sí importan. Importan sus ideas, su voluntad y su decisión. Y deben tener su opción de futuro.
Sin recortes.
Y van a tener que salvar el Planeta, ya que nosotr@s no hemos sabido. Ayudémosles.
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