Me estoy llevando muchos chascos últimamente sobre un tema que me interesa mucho, que es la posible presencia extraterrestre entre los humanos del Planeta Tierra. Parece que tendremos que resolver nosotros (nosotras) mismos nuestros problemas, sin apelar a los 'magos cósmicos' que lo arreglen todo.
El chasco más sonado fue la desclasificación del documento Guy Hottel del FBI que ratificaba las declaraciones de un miembro de una Base Aérea (Roswell, Nuevo México) que aseguraba que habían recuperado tres (nada menos) 'de los así llamados platillos volantes', tras su acccidente.
Bueno, el documento es cierto, es oficial, pero no garantiza nada. Las declaraciones fueron ciertas, salió un artículo en un periódico, que luego se retiró, pero parece que todo fue una hábil tarea de intoxicación informativa para camuflar las pruebas de un prototipo de avión espía no tripulado. (mi gozo en un pozo. Tengo la foto del documento pero no la subo porque el enlace al FBI avisaba de que los documentos no podían ser copiados y ciertamente el archivo no se dejaba copiar. La copia la obtuve de otra web que de alguna manera se saltó la prohibición).
Luego, leo que se cita al periódico SUN de Los Ángeles, California, como fuente para convencernos de que el Papa Juan XXIII tuvo encuentros cercanos con humanoides o humanos procedentes de una nave alienígena. Se cita el testimonio de su Secretario, el Cardenal Loris Capovilla, y un relato detallado, reproducido cien veces en internet, mencionando la fuente. Pues en el Directorio de Periódicos de Los Ángeles, California, no consta ninguno llamado SUN. (qué pena la mía).
Como el artículo se remonta al 1985, y los propios hechos relatados al 1961, me queda la duda de que un periódico llamado SUN existiera entonces en Los Ángeles (pero me da que no va a ser así). Si alguien sabe si esto es cierto, que lo comunique, por favor. Por si quieren el relato que se atribuye al Cardenal Loris Capovilla, ahí va:
'El Papa y yo estábamos andando a través del jardín una noche de Julio de 1.961. cuando observamos sobre nuestras cabezas una naves, recordó este asistente. Era de forma oval y tenía luces intermitentes azules y ámbar. La nave pareció sobrevolar nuestras cabezas por unos minutos, luego aterrizó sobre el césped en el lado Sur del jardín. Un extraño ser salió de la nave; parecía un humano a excepción de que estaba rodeado de una luz dorada y tenía orejas alargadas. Su Santidad y yo nos arrodillamos. No sabíamos lo que estábamos viendo. pero supimos que no era de este mundo, por lo tanto debía ser un acontecimiento celestial. Rezamos y cuando levantamos nuestras cabezas, el ser estaba todavía allí. Eso fue la prueba de que no habíamos tenido una visión.
El Santo Padre se levantó y caminó hacia el ser. Los dos estuvieron de 15 a 20 minutos, parecían hablar intensamente. Ellos no me llamaron, así que permanecí donde estaba y no pude oir nada de lo que hablaron. El ser dio la vuelta y caminó hacia su nave. enseguida se marchó. Su Santidad se dio la vuelta hacia mí y me dijo: Los hijos de DIOS están en todas partes; algunas veces tenemos dificultad en reconocer a nuestros propios hermanos.
Este asistente dijo también que el Papa Juan nunca habló con el sobre esta experiencia. Después que el ser extraterrestre retornó a su nave y despegó, el Papa y yo continuamos nuestro paseo como si nada hubiera pasado. Varias veces después de aquel suceso el Papa y el asistente caminaron a través del jardín, y sus ojos miraban hacia el Cielo. El nunca dijo nada de platillos volantes, pero estoy seguro que ambos teníamos a los visitantes extraterrenos en nuestras mentes.
En pocas ocasiones el Papa fue de paseo solo. Algunas veces el asistente estaba seguro de que había Ovnis en el área. Veía sus luces intermitentes, pero desde que su Santidad y yo paseamos juntos no puedo decir si El los vió o no'.
Ya me he hecho a la idea de que la próxima crisis mundial o la resolvemos los humanos, o vamos listos. Que las armas nadie las detendrá si no somos nosotros (nosotras), y que esas entidades más elevadas que los humanos, que realmente existen (lo se), son más discretas y cautas de lo que algunos nos quieren hacer creer.
De momento, me limitaré a enviar saludos a esos seres desde aquí, conformándome con lo que siempre hemos tenido: la esperanza de algún día vivir en un mundo mejor, más humano e iluminado.
Sin embargo, 'haberlos hailos'.
Lo que si es cierto es que la opinión de destacados teólogos es favorable a la existencia de habitantes de otros mundos, y el Vaticano ha llevado a cabo varias acciones tendentes a enfocar la hipotética prueba científica de tal existencia.
Otras religiones, en concreto el Hinduísmo y el Budismo, creen desde siempre en esta vida extraterrestre, que, además, sería de una espiritualidad mayor que la del ser humano. Ya mencioné al hablar de Valeria Lukyanova la teoría de la reencarnación en otros mundos, y de seres de otros planetas en el nuestro.
En fin, igual que dudo de la autenticidad de este caso, creo firmemente (y es sólo una creencia, y la acepto como tal), que esa vida más espiritual y ajena a este planeta existe.
Pero que vamos a tener que resolver la crisis mundial ecológica y de todo tipo nosotros, eso está claro.
Interesante artículo, pero no deberías poner "nosotros (nosotras)". Sólo "nosotros" es necesario, según la Academia de la Real Lengua Española. Saludos.
ResponderEliminarObviamente estaba de "cachondeo" el autor cuando dijo lo de nosotros (nosotras)
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